Siempre es igual

Siempre es igual. Pasamos diez, quince o veinte días sin olernos. Escuchándonos únicamente a través de las distorsiones de los teléfonos y  las interferencias de los deseos. Creemos que estamos haciendo camino, pero la verdad es que no andamos demasiado juntos. Después nos vemos, y cien horas saben siempre a poco. Mirándonos las caras, descubrimos… Leer más Siempre es igual

La cuenta

En el restaurante poco era lo que parecía ser. Se llamaba El buda feliz, pero aquellos orientales no cambiaban la mueca de sus caras de campo de trabajo. Decía buffet asiático, aunque el color del pescado crudo resplandecía y servían huevos fritos. El cerdo no era cerdo, eso seguro. Las pagodas eran de Pladur, las… Leer más La cuenta

Asunto tuyo

Pues eso es asunto tuyo, dije arrastrando  la silla al levantarme para que chirriara. Antes de pegar un portazo volví a mirar su sonrisa esculpida en convenciones regionales, y su corbata de diseño, pequeña, estrecha, ínfima licencia a la libertad que su modus operandi le permitía. Aún le parpadeaban los ojos tratando de desdecirse de aquella… Leer más Asunto tuyo