Inspire, aspire, expire

Inspire fuerte. ¿Nota el olor a butano?, claro. ¿Sabía usted que el butano en origen no huele a nada? Es completamente neutro, imperceptible a nuestro olfato. Decidieron incorporarle un olor penetrante y singular antes de meterlo en bombonas, para hacer nuestros hogares un poco más seguros. Ese olor a despiste, a prisa, a vida triste, ¿cómo le diría yo? Ese olor a butano.

Aspire, aspire profundamente, aspire a lo máximo. A lujo pasado de moda, por ejemplo, a lujo anaranjado comido de óxido. Cuando le suban el butano, no diga la verdad.  Crea, aunque sea un poco, en el mito del butanero. Déjese seducir por ese joven fornido de camisa remangada. No le diga que debe tratarse de un error, que en su casa hay vitrocerámica. Hágale creer que se deja querer.

Expire. Con naturalidad. Abra la válvula, déjelo correr. En lo que tarda el muchacho en pegarse una ducha para quitarse el olor a butano, en lo que plancha una camisa y vuelve a por usted, lo habrá conseguido. Él llamará con insistencia a su puerta, repeinando su reflejo en la mirilla. Tras un rato bajará las escaleras de tres en tres sin explicarse lo que ocurre. En lo que tardan en descubrir su cadáver con corpiño sobre las baldosas ajedrezadas de su cocina, lo habrá conseguido.

2 comentarios sobre “Inspire, aspire, expire

  1. me gusta sentarme en la pantalla un martes que es como si fuera lunes, porque ayer fue san-no-sé-qué y las monjas no trabajan, ni nosotros, claro, y encontrarme con un cuento suicida. me gusta. me entran ganas de salir de aquí y encarar el día de otra forma. mira tú, que me voy a tomar un café y a fumar antes de nada.
    que bueno, Hugo, qué bueno.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s